Y es con esta población que trabaja el/la educador/a social. ¿Con qué objetivos? Principalmente la de dotar de herramientas para que el regreso a la sociedad del interno/a sea lo más exitoso posible. [...] Así, existen ciertos programas de tratamiento para delitos contra las personas [...], en delitos contra la propiedad [...] se valora si detrás se encuentran problemas relacionados con las drogas (entre el 70% y el 80% de los casos así se determina); de ser así, se valora la derivación a una ubicación dentro del centro donde abordar y tratar la problemática toxicológica juntamente con un/a psicólogo/a, un/a trabajador/a social y un/a jurista – criminólogo/a. Aquí la función del educador/a profundiza en aspectos como los que se detallan a continuación:
* Dinámica de la toxicomanía: entender los elementos imprescindibles para que se produzca una dependencia [...]
Aquellos individuos que no pueden someterse a este tratamiento intensivo [...] se trabajan habilidades más generales como son las interpersonales o de relación, la ocupación positiva del tiempo de ocio (alejados de la delincuencia y mundos marginales), la proyección en el futuro [...] y la potenciación de valores pro sociales que les ayuden dentro y fuera del centro [...]. Cabe destacar aquí que en nuestra zona, el índice de inmigración es elevado, conviviendo en un mismo centro penitenciario más de 40 nacionalidades distintas, con las dificultades que eso conlleva [...]
El/la educador/a tutoriza un total aproximado de entre 50 y 70 internos/as de los cuales se preocupa de cómo emplean el tiempo dentro del centro, qué actividades son las más acertadas para cada uno de ellos/as [...] y canalizar aquellas demandas e inquietudes de cada uno/a de ellos/as. [...]
Si dijéramos que el trabajo del educador social es sencillo mentiríamos. Somos personas trabajando con personas y eso conlleva muchas dificultades añadidas: partimos de unos prejuicios, de un determinado bagaje cultural, de un entorno concreto... potenciar al otro y trabajar CON el otro sin que nuestros condicionamientos influyan es sumamente difícil (por no decir imposible). Aún así, y después de años trabajando en este entorno, cada día aprendes algo, cada día te sorprende con algo nuevo y no hay mejor recompensa que volver a ver a aquellos que tutorizaste en su día y te saluden con un “gracias a usted y todo lo que me enseñó, he rehecho mi vida y los años pasados en prisión son como una angustiosa pesadilla que he dejado atrás”.