09 febrero 2013

La crisis en los centros penitenciarios

Todos somos conscientes que la crisis ha calado en todas las capas de la sociedad, sobre todo en aquellas más desfavorecidas. Pero hay ocasiones que ciertas medidas conllevan consecuencias que quizás nos pasan desapercibidas por aparecer a medio o largo plazo y en áreas sociales poco conocidas.

En concreto hablo de la reducción de las prestaciones económicas de los trabajadores del ámbito penitenciario al cogerse bajas por enfermedad. Este hecho, que parecedería que sólo afectase a dichos profesionales, tiene mayores consecuencias. Actualmente, y mirando que el sueldo a fin de mes no se vea mermado, muchos de los compañeros asisten a su lugar de trabajo con síntomas evidentes de gripe, por poner un ejemplo cotidiano. No pueden rendir como quisieran pero siguen relacionándose con los internos, individuos que en muchas ocasiones tienen el sistema inmunológico reducido y que pueden desarrollar un cuadro médico complejo. Este hecho no se ha tenido en cuenta, seguramente porque a los que recortan, poco les importan las personas a las que acompañamos día tras día.

Otro recorte que afecta nuestro ámbito es la reducción en la cantidad y calidad de la comida que se da a los internos. En las últimas semanas estamos detectando en muchos de ellos una pérdida evidente de peso, hecho que sumado a las condiciones físicas que presentan, no hace presagiar nada bueno. Si sumamos a esto lotes de higiene personal escasos, nos encontramos con un problema de salud mucho más complejo. ¿Quién diría que en pleno siglo XXI, en Europa, aparecerían brotes de sarna? Pues en alguno de nuestros centros ha sucedido. ¿Quién podría pensar que enfermedades controladas como la tuberculosis, aún tienen su espacio en nuestro ámbito?

No se trata de recortes banales; no sólo vemos que el presupuesto para cubrir desperfectos o dotar de materiales es cero sino que en el día a día, las condiciones en las que miles de personas viven empeoran. No pretendo victimizar a personas que han cometido delitos, siendo consciente que actualmente mucha gente está pasando situaciones extremas, pero estos individuos también forman parte de nuestra sociedad y cada vez más se ven abocados a seguir con la vida delictiva si no se ponen medios que lo remedien. 

Más: se han reducido las partidas presupuestarias médicas que afectan a personas con VIH, Hepatitis... etc. Los recursos sociales externos que daban apoyo a estas personas en la calle se han reducido drásticamente hasta el punto de no tener entidades concertadas; los medios que tenemos a nuestro alcance para reducir la reincidencia se ha quedado en la buena voluntad de los profesionales, personas que cada día miran de automotivarse pero que no obtienen, por parte de la jerarquía, más que tareas nuevas, procedimientos caducos y nulo refuerzo.

Y como apunta una de mis compañeras en los comentarios, las salidas programadas (es decir, aquellas en que los internos empiezan a tener contacto con el mundo externo acompañados de profesionales) se tienen que realizar andando ya que no existe presupuesto ni para billetes de metro, tren y mucho menos gasolina. ¿En qué condiciones saldrán aquellos que pasen 8, 10 o 15 años sin pisar la calle? ¿Qué índice de comisión de nuevos delitos, nuevas víctimas y más gasto judicial conllevará todo esto?

¿Alguien ha previsto a medio plazo, las consecuencias que tendrán estos "ajustes"? ¿Alguien ha previsto que la incidencia de los delitos contra la propiedad (robos, algunos con fuerza e intimidación, robos en casas habitadas) y delitos contra la sanidad pública (tráfico de drogas) aumentarán? ¿Alguien será capaz de asumir esta responsabilidad? Es evidente que los que trabajamos en este ámbito somos conscientes de todo ello pero a pesar de las quejas, las reclamaciones y los recursos presentados, la realidad se resiste a cambiar.


8 comentarios:

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    1. Siempre tan "objetivo", jejejeje. Un abrazo Ex mama Chicho!!!

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  2. Ex azafata 1,2,312 febrero, 2013

    Más recortes, no se puede utilizar la furgoneta en salidas programadas ya que no hay dinero para gasolina, "las salidas programadas andando". Ya me veo andando al CAS, a recursos externos o...no ir. Tampoco se pueden hacer visitas a domicilio "a no ser que pagues tú la gasolina".
    Lo del "rajoyazo" es semidelictivo, que te operen del corazón, te den quimio o radioterapia y te quiten el 50 y 75% del sueldo es una vergüenza, añadida a una pérdida de nivel adquisitivo de cerca del 40%, una reducción de asuntos propios y más carga laboral al no cubrir bajas médicas ni jubilaciones (tasa de reposición 0).

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    1. Exacto, querida. Gracias por tu comentario. Estos recortes no hacen más que añadir palos a las ruedas y las consecuencias las pagan, como siempre, los más desfavorecidos, los que el propio sistema deja apenas sin representantes.

      Sólo espero que esta realidad tenga un final... feliz.

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  3. No entiendo qué ciega a los políticos y a parte de nuestra sociedad, porque cuando a una prisión no se le dota de dinero para que cumpla su fin de reihabilitación y reinserción socio-laboral hace que a medio y largo plazo las personas empeoren. Si alguien piensa que por estar varios años en prisión la persona se rehabilita por estar encerrado es bastante iluso o desconoce la prisión. Si se quiere una carcel educativa se tendrá que poner el acento y los "euros" en ello, sino lo único que será es un "almacen de personas" que se aislan por un tiempo para que no molesten y así parte de la sociedad y de los políticos seguirán tranquilos.

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  4. Hola Jaume.
    Efectivamente creo que la idea de políticos (y por qué no decirlo, de mucha parte de la sociedad) es tener las prisiones como "aparcamientos de gente mala", igual que las escuelas son "aparcamientos de niños" o las residencias de mayores "aparcamientos de viejos". Tristemente es un mal momento para reclamar la función educativa de las prisiones ya que se vive en un "carpe diem" constante. ¿Qué puede suceder si no ponemos medios a las personas que cumplen condenas? El tiempo lo dirá pero está claro que el precio a pagar puede ser elevado.

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  5. Yo he vivido stos recortrs de cerca...mi chico sta ya con programads y la 1era iba a ser en su nuevo hogar, osea nuestro pisito, y en otra ciudad. Solo eran 30km del centro..y el mismo dia nos avisan k no puede ser k no hay dinero para gasoil, dije de pagarla y su respuesta fue negativa. Asi..k tuve ir yo al sitio indicado, dnd no conocims nada y no era nuestro ambiente. Y stams sperando la 2nda programada. Crucemos los dedos.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, un punto de vista distinto al que aquí exponemos pero que va en la misma dirección.
      Ante todo me alegro que tu chico ya esté en esta fase y espero que las próximas sean igual de satisfactorias.
      Efectivamente, los recortes están provocando que salidas muy necesarias como la de conocer el propio hogar, se vean modificadas o canceladas. También hemos perdido el concierto con las entidades que hacían de puente entre la prisión y el medio externo, y que facilitaban una reinserción escalonada y un seguimiento gradual.
      Espero que algún día podamos recuperar lo perdido. Mientras tanto, seguimos luchando para que estos recortes tengan un impacto menor en nuestros usuarios.
      ¡¡Un saludo!!

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