17 mayo 2010

La importancia de la actitud


Hace pocos días tuve ocasión de repetir la experiencia de participar en el curso de "Consumo higiénico" con la charla sobre "Educación para el cambio". En esta ocasión me propuse cambiar el formato y partir de las míticas preguntas de "Quién", "Qué", "Cómo", "Para qué" y "Dónde". Aunque el contenido era muy similar, creí que a partir de las respuestas a estas cuestiones sería más fácil vertebrar el discurso.

Esta vez, entre el público asistente, había dos compañeros del ámbito penitenciario (que no conocía) y me sorprendió (y no precisamente de forma agradable) la actitud que mantenían frente a todo lo que allí se decía.

Se trataba de un grupo de unas 16 personas, muy participativas, que tenían en común el tipo de usuarios con los que trabajan: consumidores de drogas. Cada uno de ellos, según se avanzaba en los contenidos, hablaban de su experiencia, de lo que les funcionaba, de lo que creían que era importante en su relación terapéutica... pero a los dos compañeros de prisiones nada les parecía bien y por lo "bajini" menospreciaban lo que se decía.

Por ejemplo, cuando se habló que una de las herramientas que tenemos para trabajar es el humor (bien entendido, con unos límites bien clarificados) la respuesta del educador fue: "sí, claro, nos pondremos a explicar chistes como Chiquito de la Calzada". A otra aportación sobre cómo motivar a que alguien haga el cambio deseado, el compañero comentó que "motivar a alguien con el tema de la familia es una estupidez porque cuando empezaron a consumir ya tenían familia y no se acordaban de ella". Y así una larga lista de "perlas".

Esta vez la vivencia que tuve de la exposición hecha no fue la misma que la del año pasado. El contenido era el mismo, la exposición fue más clarificadora en cuanto a formato, el grupo estaba más implicado... pero la actitud de los dos educadores enturbió (¡¡y mucho!!) el ambiente que se respiraba. Eso me llevó a preguntarme cuántas veces habremos creado nosotros el mismo ambiente enrarecido con nuestra actitud negativa, pesimista o indiferente.

A veces pensamos que lo importante son nuestros conocimientos teóricos, las estrategias que ponemos en juego cuando nos relacionamos con los usuarios, el estilo educativo que escogemos... pero no nos damos cuenta de lo importante de tener una actitud abierta, cordial, conciliadora, cercana, que ayude a establecer vínculos óptimos entre nosotros y ellos (¡y hasta entre nosotros mismos!).

¿Cuántas veces habremos desperdiciado una buena estrategia, un buen discurso, con una actitud negativa? No hace falta que sea con el uso de la palabra, bien podemos generarla con nuestros gestos, nuestros silencios, nuestras miradas.

¡Qué importante es el cómo nos mostramos para que nuestro trabajo tenga sus frutos! Y quizás si no se hubiese producido una situación como la expuesta en el curso, no habría reflexionado sobre ello. Siempre se aprende... si uno quiere.

9 comentarios:

  1. Cuanta hipocresía.

    ResponderEliminar
  2. Me gustaría que explicases tu aportación, ya que, aunque contundente, no acabo de interpretar.

    ResponderEliminar
  3. y estos se llaman educadores?????????? quemaos seguro y q lastima d los q caigan en su camino como usuarios. montse no decaigas por estos comentarios en tus contenidos educativos, aun sin conocerte y solo atraves de este blog te suelo seguir y me gusta tu interés por la educación social. Maria

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tu aportación. Yo también estoy de acuerdo que cuando eres educador, psicólogo, trabajador social, maestro, pedagogo... cualquier profesión de tipo social, debe haber un buen hacer, una reflexión de lo que se hace y, sobre todo, de cómo se hace.

    De todos modos, existen muy buenos profesionales (yo tengo la suerte de trabajar con algunos de ellos) y tampoco es justo que paguen justos por pecadores.

    De nuevo, mil gracias por tus palabras. Nos seguimos leyendo.

    ResponderEliminar
  5. Esta es una respuesta para Anónimo. Hace años que conozco a Montse, participamos juntas en proyectos innovadores y te aseguro que si hay alguien que esté lejos de la modalidad educadora de silla, ésta es Montse.O no la conoces en absoluto o hablas de oídas, en todo caso una pena que utilices este blog para descargar tus fustraciones. Podríamos debatir nuestros distintos puntos de vista si fueras capaz de firmar tus escritos, lastima.

    ResponderEliminar
  6. Per Anónimo, 31 de mayo de 2010 19:53, mira xaval, no saps del que parles.

    Tinc la gran sort d'haver coincidit amb Montse en la meva trajectòria laboral i puc assegurar que el compromís que ella ha manifestat i aconseguit sempre amb la nostra professió d'educador social serà difícil que tu ni arribis a somniar-lo.

    Ets simplement un troll amagat en l'anonimat. Saps el que vull dir o t'ho explico en francés que potser l'entendràs millor...

    Quant a l'afirmació que fas sobre la "lacra" de les institucions penitenciàries -així es diuen a Madrid, aquí es diuen Serveis penitenciaris, que ni d'això t'has enterat- em vols ensenyar les teves credencials laborals per fonamentar la teva imprudent afirmació? Les meves ja te les dic, més de 20 anys treballant a presons, i tu?

    Espero que cap perquè si m'he de trobar amb personatges com tu en una presó li demanaré protecció al director.

    Consell sense recàrrec: desapareix.

    ResponderEliminar
  7. Los dos últimos comentarios, de Susana y Joan Antoni, son la respuesta a un comentario anónimo que atacaba mi profesionalidad sin firmar los escritos, sin conocerme y avasallando a los profesionales que trabajamos en este ámbito.

    Es por ello que, siguiendo el consejo de amigos sabios, he eliminado el comentario.

    En todo caso, estaré encantada de debatir aquellos aspectos, elementos, informaciones... que consideréis, siempre y cuando se haga de cara y con el debido respeto. Es una lástima que no todo el mundo entienda las reglas de convivencia más básicas.

    ResponderEliminar
  8. Pues tu xikitín también te apoya y está aqui para debatir con quien haga falta de tu buen hacer diario. Quién mejor que yo para dejar claro lo mucho que vales ? Y por qué se esconde en el anonimato ? Que de la cara o si no ... lo mandamos con los javalines (tu ya me entiendes). Será quién yo creo ? Espero que no.
    Un abrazo fuerte y sigue como siempre porque... mejor es dificil.
    Rafa

    ResponderEliminar
  9. ¡¡¡Eres un sol, xiquitín!!!
    Muchas gracias por tu comentario, realmente me ha sorprendido. Como siempre. un placer tenerte a mi lado. Supongo que es quien tú crees pero por suerte no trabaja entre nosotros, por bien de los internos a quien tenemos que proteger de especímenes engreídos y desconocedores del trabajo diario de verdad.

    Ya se sabe que desde la barrera de no tener que decidir cosas todo se ve muy bonito pero un buen profesional sabe que no es fácil el convivir cada día con problemáticas como las que tenemos que lidiar.

    Como decía el Anónimo, a cada uno le llega lo que le corresponde. Ojalá sea así.

    ResponderEliminar