En el Grupo de Educación Emocional que coordino estamos elaborando la segunda parte de un programa destinado a la población penitenciaria. Los/as compañeros/as que forman parte del grupo trabajan todos con hombres y por eso nos es difícil tener en cuenta la perspectiva de género en dicha elaboración.
Teniendo en cuenta este hecho, contamos con la colaboración de Antonia Guerrero, psicoterapeuta experta en perspectiva de género que trabaja en la Secretaría de Servicios Penitenciarios, Rehabilitación y Justicia Juvenil. Ella nos está mostrando las diferencias existentes en el ámbito emocional entre hombres y mujeres; está claro que las emociones son las mismas para unos y para otros pero no la vivencia que hacemos de ellas. Por otro lado, existe el contexto educativo, social, cultural y religioso, que marca (¡¡y mucho!!) la forma en que aprendemos a expresar dichas emociones.
Gracias a ella, a las reflexiones que estamos haciendo como profesionales y la literatura que vamos consultando, tenemos en cuenta un factor tan importante como la perspectiva de género a la hora de trabajar la educación emocional en el ámbito penitenciario.
Estamos convencidos que el programa ayudará a mejorar el conocimiento, la gestión y la canalización de los estados emocionales vividos dentro de un centro penitenciario de los y de las internos/as. Sólo el tiempo lo confirmará.
Desde aquí mi agradecimiento a los/as educadores/as que están haciendo posible este programa así como a Antonia Guerrero y Carmen Boix, dos expertas en sus ámbitos que nos aportan su experiencia, su conocimiento y su saber hacer.
FELICIDADES MONTSE POR COMPLICARTE LA VIDA.
ResponderEliminarTU FAN DE BDN.
Yo también te quiero mucho... jejejejejeje. Ya sabes que no soy la única en complicarse la vida: otros se juntan con gente rara que piensa...
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