25 junio 2012

Prisión y medidas alternativas

A raíz de una entrada, Rasty Black Sheep me sugirió unas cuestiones en un comentario y pensé que lo mejor era elaborar una entrada con mi punto de vista.

Una de las ideas que me llamó la atención fue la definición de centro penitenciario como "espacio perturbador de las desigualdades". Particularmente opino que precisamente el ámbito penitenciario pone a todo el mundo en la misma situación: desde los internos que han cometido delitos contra la libertad sexual como aquellos que han cometido atracos a bancos o robando al descuido. Dentro de una prisión todos/as ellos/as pasan a ser internos/as y tratados de la misma manera. Otra cosa es que determinados personajes públicos, cometiendo delitos mayores, eludan la prisión gracias a sus influencias... pero eso se nos escapa.

Otra pregunta iba destinada a valorar otras alternativas al encierro. Particularmente considero que la prisión debería ser la última opción y no la primera a la hora de castigar una conducta y procurar que no se repita. Esta opinión viene fundamentada por los estudios sobre mediación, donde queda evidenciado que otras vías que miren de evitar la encarcelación son bienvenidas. El hecho de realizar trabajos en beneficio de la comunidad, reparar el daño cometido o asistir a cursos especializados son otros caminos útiles.

Pero no todos pueden acceder a este tipo de alternativas ni creo que fueran válidas para según qué delitos. Una persona que comete delitos contra las personas no puede reparar el daño tan fácilmente y necesitará de más ayuda que otro que haya ocasionado daños en el mobiliario urbano. Determinados perfiles de internos deben pasar un tiempo en prisión, por el bien de ellos y de la propia sociedad. No en pocos casos nos encontramos con individuos y familiares que nos comentan que de no haber entrado en prisión, la persona hubiese aparecido muerta en cualquier parque de nuestras poblaciones.

Pero está claro que desde el momento del juicio, se deberían valorar otras opciones antes que la prisión, sobre todo en aquellos casos de delitos contra la propiedad, delitos contra la seguridad del tránsito, delitos donde la drogadicción haya tenido un papel básico y cuando el transgresor de la norma no supera cierta edad. El hecho de relacionarse con internos/as con más experiencia delictiva y con valores más institucionalizados, no le ayudará a rehacer su vida como ciudadano de pleno derecho; este tipo de influencias (24h al día) puede determinar un futuro desadaptativo a las normas y, por tanto, una mayor dificultad a la hora de reintegrarse en la sociedad. Aquí un vídeo donde son los propios chavales lo que explican su experiencia en la mediación.



¿Soy la única que opina así de la prisión? Afortunadamente no pero el sistema jurídico se basa en el encarcelamiento como pena base. En el momento que el juez dictamina prisión se desentiende del caso y puede seguir con otros juicios. Cuando se determina una medida alternativa, el juez debe ir siguiendo la evolución del/la infractor/a, solicitando informes periódicamente sobre el cumplimiento de la medida y tomando decisiones según sean éstos. Este hecho implica una sobrecarga en el sistema penal que no es asumible por muchos magistrados.

Esperemos que políticos, agentes sociales y sistema jurídico opten cada vez más por otras vías antes que la cárcel. Se optimizarían recursos, se reduciría la reincidencia, bajaría la densidad de población penitenciaria y estaríamos frente a un escenario totalmente distinto al actual.