11 noviembre 2012

La prisión permanente revisable

Con el alud de noticias sobre deshaucios, crisis económica, posibles independencias, elecciones americanas y corrupción, una noticia ha pasado casi casi desapercibida en los diferentes medios de comunicación. Hablo de la prisión permanente revisable, una medida que pone en jaque al sistema penitenciario y que afecta, aunque de diferente forma, a los agentes sociales del ámbito de la justicia. Nos recuerda mucho, pero mucho, a la cadena perpetua estadounidense pero aquí la nomenclatura varía y parece que sea otra cosa...

Esta medida es un paso más en el que ya es el Código Penal más duro de la democracia en uno de los países con mayor población reclusa. Está previsto que se aplique aproximadamente en el plazo de un año pero... ¿Está el sistema penitenciario preparado para tener a una persona el resto de su vida? ¿Se trata de una medida populista "que responde a un clamor popular" más que una medida eficaz? ¿Qué opinan los expertos en el tema? Algunos, aunque sea desde la realidad de México, afirman que creen en la readaptación pero no en la cárcel. Eso implica que quizás la prisión no es LA solución a todo ni debería ser la primera medida a aplicar. ¿Se ha consultado con expertos criminólogos?

Bien es cierto que se prevé que si el preso demuestra estar reinsertado, puede ser excarcelado a partir de un cierto momento. Ese momento aún está por decidir, pero el plazo mínimo de permanencia en prisión (antes del cual no se podrá revisar la condena) estará “entre los 25 y los 35 años”, dependiendo del tipo de delito y de si es uno o varios cometidos conjuntamente. ¿En qué condiciones saldrá una persona después de 30 años  de prisión? ¿Hemos tenido en cuenta que ese individuo habrá perdido todo contacto con la sociedad? ¿Se ha pensado en lo que la rabia, impotencia, soledad puede generar en un individuo cuando sea puesto en libertad? ¿No será peor el remedio que la enfermedad?

Por otro lado, ¿cómo sabemos si el preso está reinsertado? ¿Quién lo determinará? ¿Qué elementos tendremos para valorarlo? Creo que estos aspectos aún quedan en el aire, aunque Ruiz-Gallardón apuntó a que sería el tribunal sentenciador quien decidiría. Él mismo ha ido modificando la tipología delictiva susceptible de recibir este tipo de castigo (porque no se le puede llamar de otra manera); en un principio se hablaba de terrorismo, después se amplió a casos de homicidio, genocidio... etc pero poco después también habló de asesinato con agravante. Poco a poco, los posibles casos donde podrían ser aplicados la prisión permanente revisable han ido aumentando y sospecho que de aquí a un año serán algunos más los afectados.

Otro aspecto que me preocupa, especialmente como educadora social, es el tipo de tratamiento que deberán seguir en prisión. ¿Qué motivación tendrá una persona privada de libertad a sabiendas que su caso no se revisará en 25 años? ¿Qué tipo de seguimiento educativo se puede llevar a cabo en estas circunstancias? Parece que hay opciones a que se revise de oficio cada dos o a petición del reo, pero, una vez más, este aspecto está pendiente de determinar.

Y si hablamos de coste económico, pensemos en lo que la sociedad debe aportar al sistema penitenciario con este tipo de medidas: será necesaria la creación de nuevos centros penitenciarios o módulos especiales para ubicar a estos internos y mantenerlos durante todos estos años (comida, servicio médico, funcionarios de vigilancia, personal de tratamiento, servicios...). ¿No sería mejor destinar ese dinero a medidas preventivas, de mediación y recursos alternativos para los delitos menores, que son la mayoría de los que están cumpliendo condena? ¿No sería más efectivo ofrecer opciones más terapéuticas al mayor sector poblacional reclusa?

Por las cuestiones hasta ahora planteadas, llego a la conclusión que, efectivamente, nos encontramos frente a una medida populista, nada reflexionada y poco consensuada con expertos en criminología, que podrían ofrecernos un punto de vista más amplio y objetivo sobre la materia.

30 julio 2012

"No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio" Albert Camus

Desde hace algunas semanas voy leyendo algunas noticias (cada vez menos breves, esporádicas y puntuales) entorno al fenómeno del suicidio. Algunas noticias ahondan en el mero espectáculo, como el de aquella persona que primero mata para después quitarse la vida. Muchos estudios se hacen eco de este fenómeno (los más recientes del 2007) pero pocos medios de comunicación explican los casos y se sensibilizan con el tema. Uno de los últimos que se ha conocido es el de Marián, una celadora que se tiró de la 9ª planta del hospital donde trabajaba, tras recibir una alta médica forzosa. Otro más mediático ha sido el de la exconcejala Amaia Egaña, que se tiró de un cuarto piso cuando iba a ser deshauciada. De estos casos, desgraciadamente, han aparecido muchos en los medios de comunicación.

¿Somos conscientes que, debido a la crisis, los índices de suicidio han aumentado exponencialmente? Bien es cierto que la correlación entre ambos factores no está demostrada estadísticamente, como nos informa el Blog de Raskólnikov pero es evidente que la cifra ha aumentado en los últimos meses de forma preocupante. Uno que se ha elaborado sobre la población reclusa estadounidense también señala este aspecto. Otras noticias procedentes de Grecia nos indica que ha aumentado un 37% los suicidios desde el inicio de la crisis y aquí en España ya se empieza a detectar esa correlación.

En la actualidad, ésta es la primera causa externa de defunción en España. ¿Qué papel debemos jugar los agentes sociales respecto a este tema? ¿Sabemos cómo actuar frente a personas que expresan ese deseo? ¿Tenemos las herramientas necesarias para darnos cuenta de las señales que muestran un peligro a corto o medio plazo? ¿Es lo mismo si hablamos de adolescentes que de adultos? ¿Y de hombres y mujeres? Personalmente tengo muy poca información al respecto (por no hablar de la nula formación recibida) y es difícil encontrar mensajes claros sobre el tema en la red. Uno de los más completos es el elaborado por la Junta de Andalucía. Otros materiales proceden de EEUU, siendo a veces difícil la extrapolación a otras realidades.

Se han tenido que disparar mucho las cifras para que el Congreso finalmente, el 6 de noviembre, plantee la la prevención de los suicidios como una tarea urgente. ¿Se concretarán en acciones reales o será un papel más que coja polvo en una estantería? ¿Hay una conciencia clara de las implicaciones de este fenómeno? ¿Se podrá abordar eficazmente esta tendencia al alza cuando hay un pacto de silencio alrededor del suicidio? Algunos profesionales que trabajan directamente con estos casos afirman que "la sociedad busca referencias en forma de personas, de planes y de líderes que sepan salir de esta situación y no los encuentran" (Doctor José Antonio Lozano @Dr_JoseA_Lozano), otros afirman que "el suicidio no es cuestión de valentía o cobardía, es cuestión de desesperación"; otros lo abordan desde el campo de la psiquiatría, mediante lo que se conoce como "autopsia psicológica" y otros destacan estudios donde se determina que los adultos con trastorno mental grave, victimas de abuso sexual infantil, presentan el doble de tentativas. En este sentido, la detección precoz ayuda a reducir los intentos de suicidio en pacientes con psicosisTambién se baraja la influencia de presiones como el bullying, anorexia, desestructuración familiar o ciberbullying.


Ciertamente se detecta un aumento de estudios que inciden en el suicidio desde diferentes puntos de vista, como el que relaciona inmigración y tendencias suicidas en jóvenes, suicidio e internet o el efecto imitación. También se empiezan a tener en cuenta las diferencias culturales, como en China, donde las campesinas se suicidan 3 veces más que las que viven en las ciudades por la inexistencia de redes de asistencia social. En este país, un 50% de los suicidios se comete después de dos horas de consideración y otro 37% tras unos minutos. Y si comparamos su realidad con la nuestra, vemos que en China sólo el 63% de los suicidas sufre enfermedades mentales, mientras que en Occidente la cifra se eleva al 90%. Allí precisamente se han dado cuenta del problema que representa las elevadas cifras de suicidios y por eso proyectan un plan nacional para evitar 50.000 suicidios al año.

Un ejemplo de cómo se pueden incentivar valores que favorecen conductas suicidas en adolescentes se puede apreciar en este vídeo de Informe Semanal. Las cifras hablan por sí mismas...




Y no sólo se habla de suicidio en reportajes de investigación sino que se ha llegado a convertir en el argumento de una novela que indaga en el suicidio como la enfermedad más común del futuro.

Eso me lleva a preguntarme... ¿cómo gestionamos el componente ético del suicidio? Me refiero a nuestra actitud frente a una persona que voluntariamente decide quitarse la vida y que, para ella, tiene motivos más que suficientes. ¿Cómo nos posicionamos? ¿Qué podemos aportarle para que tome la decisión final? ¿Qué sucede después de evitarlo? (si es que lo conseguimos) ¿Lo mejor es que desista de su intención? ¿A qué precio? 

Queridos lectores, la polémica está servida...

P.D: en el listado de comentarios aparecen noticias y enlaces de interés relacionados con el tema. Son artículos y reflexiones recientes aparecidos en redes sociales como Twitter... El visibilizar esta realidad es el primer paso para trabajar en ella.

19 julio 2012

Menos educadores = más conflicto y reincidencia

Es evidente que un colectivo como el de los/as educadores/as sociales no podemos quedarnos al margen de la terrible situación socioeconómica que vive nuestro país. Y por una doble vertiente: por un lado porque afecta de lleno en nuestros usuarios que ven deteriorada su calidad de vida; por otro porque nuestro propios puestos de trabajo están en entredicho y pendiente de un hilo.


A tenor del artículo publicado en Huelva Información, la reducción de la plantilla de tratamiento en las prisiones, "conllevará un aumento de la conflictividad a nivel interno, y a nivel externo un notable aumento de la reincidencia". Este hecho parece banal y alarmista pero unos recortes de este tipo ya están produciendo un deterioro importante de nuestras funciones, un desgaste sobreacentuado y un déficit en la calidad de los programas que se llevan a cabo. Y esta realidad no se produce sólo en el Centro Penitenciario de Huelva, sinó que se extiende a otros penales.

Aplaudiendo los recortes 
Los y las educadores/as sociales, por compromiso social y profesional, seguimos luchando por un reconocimiento de nuestro trabajo y de los derechos de nuestros educandos, entendiendo que perjudicar a colectivos vinculados al ya desaparecido Estado del Bienestar sólo conlleva pobreza, mayor exclusión social y un aumento de la conflictividad social.

Aquellos/as diputados/as que aplaudieron los últimos recortes anunciados seguro que son conscientes del paso al abismo a la que nos están condenando y seguro que tienen las herramientas necesarias para evitarlo. Pero supongo que no serán ellos los que acaben robando en un supermercado o pidiendo no salir de prisión porque no tienen donde ir. Quizás un paseo exhaustivo por algunas de nuestras cárceles y algunas entrevistas con familiares de internos/as presos/as, les hace ver la realidad que están provocando. Sólo así, quizás, se les remueve algo llamado "conciencia".

25 junio 2012

Prisión y medidas alternativas

A raíz de una entrada, Rasty Black Sheep me sugirió unas cuestiones en un comentario y pensé que lo mejor era elaborar una entrada con mi punto de vista.

Una de las ideas que me llamó la atención fue la definición de centro penitenciario como "espacio perturbador de las desigualdades". Particularmente opino que precisamente el ámbito penitenciario pone a todo el mundo en la misma situación: desde los internos que han cometido delitos contra la libertad sexual como aquellos que han cometido atracos a bancos o robando al descuido. Dentro de una prisión todos/as ellos/as pasan a ser internos/as y tratados de la misma manera. Otra cosa es que determinados personajes públicos, cometiendo delitos mayores, eludan la prisión gracias a sus influencias... pero eso se nos escapa.

Otra pregunta iba destinada a valorar otras alternativas al encierro. Particularmente considero que la prisión debería ser la última opción y no la primera a la hora de castigar una conducta y procurar que no se repita. Esta opinión viene fundamentada por los estudios sobre mediación, donde queda evidenciado que otras vías que miren de evitar la encarcelación son bienvenidas. El hecho de realizar trabajos en beneficio de la comunidad, reparar el daño cometido o asistir a cursos especializados son otros caminos útiles.

Pero no todos pueden acceder a este tipo de alternativas ni creo que fueran válidas para según qué delitos. Una persona que comete delitos contra las personas no puede reparar el daño tan fácilmente y necesitará de más ayuda que otro que haya ocasionado daños en el mobiliario urbano. Determinados perfiles de internos deben pasar un tiempo en prisión, por el bien de ellos y de la propia sociedad. No en pocos casos nos encontramos con individuos y familiares que nos comentan que de no haber entrado en prisión, la persona hubiese aparecido muerta en cualquier parque de nuestras poblaciones.

Pero está claro que desde el momento del juicio, se deberían valorar otras opciones antes que la prisión, sobre todo en aquellos casos de delitos contra la propiedad, delitos contra la seguridad del tránsito, delitos donde la drogadicción haya tenido un papel básico y cuando el transgresor de la norma no supera cierta edad. El hecho de relacionarse con internos/as con más experiencia delictiva y con valores más institucionalizados, no le ayudará a rehacer su vida como ciudadano de pleno derecho; este tipo de influencias (24h al día) puede determinar un futuro desadaptativo a las normas y, por tanto, una mayor dificultad a la hora de reintegrarse en la sociedad. Aquí un vídeo donde son los propios chavales lo que explican su experiencia en la mediación.



¿Soy la única que opina así de la prisión? Afortunadamente no pero el sistema jurídico se basa en el encarcelamiento como pena base. En el momento que el juez dictamina prisión se desentiende del caso y puede seguir con otros juicios. Cuando se determina una medida alternativa, el juez debe ir siguiendo la evolución del/la infractor/a, solicitando informes periódicamente sobre el cumplimiento de la medida y tomando decisiones según sean éstos. Este hecho implica una sobrecarga en el sistema penal que no es asumible por muchos magistrados.

Esperemos que políticos, agentes sociales y sistema jurídico opten cada vez más por otras vías antes que la cárcel. Se optimizarían recursos, se reduciría la reincidencia, bajaría la densidad de población penitenciaria y estaríamos frente a un escenario totalmente distinto al actual. 

28 abril 2012

La #Acción social a debate

Mediados de marzo... Recibo un mail invitándome a participar en el encuentro que se celebrará el 23 de abril en la Fundació Pere Tarrés (Universidad Ramon Llull) co-organizado por el CEESC, en motivo de la presentación del libro de Educablog 2006-2011:de la red al papel. Allí se presentarán además 3 blogs más entorno a la Educación Social y quieren que uno de ellos sea este... ¡¡Uau!!

Me quedo de piedra... Nunca pensé que llegaría este momento y ni tan sólo me lo había planteado nunca. Veo que a mi lado estarán Sera SánchezNoelia Muñoz y Jordi Bernabeu y aún me entra más el miedo escénico... ¿Tendré algo que aportar que sea mínimamente de interés? 

Llegado el día me encuentro con grandes conocidos virtuales, a los que tengo el placer de saludar en persona: @kaotot, @davidjane1976 @rluceno... El ambiente es distendido, no somos muchos en la sala y parece que de algún modo nos conozcamos todos.

Con la presentación de Educablog empezamos la jornada. Parece mentira que los que allí estemos seamos educadores y educadoras sociales y estemos hablando de publicaciones, webs, blogs... Parece un hito el hecho que finalmente algunos de nosotros nos hayamos atrevido a escribir ¡¡y vemos con ilusión que no somos pocos!!. Aún hay reticencias sobre la privacidad de lo que escribimos en las redes, hay desconocimiento, cierto temor a las consecuencias... pero con las intervenciones de Jordi Bernabeu y Noelia Muñoz, se mira de convencer de la necesidad de "estar ahí" aunque no estemos muy seguros del "cómo". 

Es evidente que Internet ha redefinido las formas de relación entre las personas. Ha aportado nuevas vías de interacción que debemos entender y asumir para poder estar al mismo nivel que nuestros educandos. De todos modos es evidente que no todo sirve en la web: hay que vigilar los contenidos que aquí publicamos y no sólo las formas. La profesionalidad y la calidad de lo que se expone debe ser una máxima. En varias ocasiones aparece la palabra "RIESGO" en las cuestiones que plantea el público. Debemos seguir pensando en ello.

Después de la jornada y reflexionando sobre las aportaciones hechas, me reafirmo en la necesidad de seguir aprendiendo, de seguir incorporando nuevas metodologías. Sin ir más lejos, en este blog, miraré de ir innovando para que sea, como dije en mi presentación, una herramienta de encuentro, reflexión y aprendizaje.

Muchas gracias a todos los que seguisteis las intervenciones, ya fuera de forma presencial como de forma virtual a través de Twitter. Para todos vosotros os indico el link para que veáis el tráfico de comentarios que este encuentro generó. #accionsocial en Twitter


18 abril 2012

"La gente en esas ciudades, están dormidos. Todo el día en el trabajo, en casa, sonámbulos. Nosotros les despertamos"


Pablo García, 26 años, @elcasopablo en todas las redes que se le ocurre participar (Facebook, Twitter, LinkedI y alguna más). Animador Sociocultural y futuro proyecto de educador social a 17 años (las prisas no son buenas), actualmente trabajando como responsable del área de ocio y tiempo libre de la Asociación Cultural Mar De Niebla.


Hace unos meses @Seraxx me escribió para ofrecerme participar en una nueva de su blog, en la que distintas personas, profesionales de “lo social” con la idea de visibilizar la profesión, por lo que me ofrece escribir un artículo sobre Animación Sociocultural. Sin dudarlo, aunque con respeto por la responsabilidad de redactar “algo bueno”, acepté al momento, no porque crea que sea el mejor para hablar de ello, pero sí porque que soy bueno dando mi opinión y que algo podré aportar.


Así que, vamos a empezar…. ¿Qué es la Animación Sociocultural?
Para empezar a hablar de animación sociocultural (en adelante ASC) al menos de la forma en que yo la concibo, tengo que remontarme a cuando  comencé a formarme en ASC, a leer e investigar sobre el tema, sobre todo tratando de “enterarme bien” de que era, encontré la forma de expresar muchas ideas y creencias como “lo que debía ser”, que “todos y todas somos iguales”, y que “la gente realmente puede cambiar las cosas” se traducían en Justicia, Solidaridad, Igualdad, Participación, y además había encontrado una forma de fomentar todas esas ideas, trabajar con y por ellas, de una forma dinámica, y sobre todo humana.

Aunque había encontrado ideas que me gustaban, seguía sin tener muy claro que era la ASC, aunque ya tenía el título. Entonces es cuando llegó lo bueno: los primeros trabajos. Contratos cortos, diferentes entidades, diferentes objetivos y tareas muy variadas, pero siempre algo en común: la importancia de las personas (de forma individual o colectiva) y la capacidad de transformación (conseguir algo que no hay, cambiarlo por algo mejor, reivindicarlo…)


Ahí ya tenía yo mi opinión más o menos formada de lo que era la ASC para mí, aunque todavía solía recitar un par de definiciones de libro para intentar explicar a mis colegas que es eso en lo que trabajaba que lo mismo me hacía conocer  manualidades, rellenar formularios, trabajar a horas poco habituales, saludar a gente variopinta por la calle, estar enterado de las últimas tendencias adolescentes… No acababa de poder explicarlo con “mis palabras”.

Con mi “medio idea” el siguiente paso era pensar en que quería trabajar. Ahí me encontré con un montón de separatismo, y empecé a ver algo del terreno social que no me gustó (ni antes ni a día de hoy), pero sí que me ayudó a determinar mi opinión sobre la ASC, lo que algunos/as llaman intrusismo profesional, y yo considero “parcelitis”. Personalmente, no creo en  parcelas de trabajo de una titulación profesional en concreto. Creo en un perfil profesional, vocacional, que en la mayoría de los casos no lo garantiza una titulación específica. Creo en sumar recursos y experiencias, y en conformar equipos de trabajo multidisciplinares (animadores/as socioculturales, integradores/as, líderes juveniles, educadores/as y trabajadores/as sociales, pedagogos/as, ciudadanos/as comprometidas/as etc.) Si bien la formación es importante y necesaria, ya que adquieres conocimientos, herramientas y recursos para desempeñar el trabajo que es necesario, no debe de ser excluyente un perfil académico en concreto ya que la adquisición de competencias profesionales no solo se logra académicamente.

Después de todo eso, y aunque a día de hoy sigo aprendiendo, ya tengo “mi idea” de que es la ASC, la cual resumo en el título del artículo, con una frase que escuché en una serie de televisión, y que para mí resume el objetivo y la forma de trabajar de la ASC: Despertar, motivar, dinamizar y transformar. Implicarse en la realidad, participar activamente en ella e intentar transformar lo que nos sea posible para mejorarla.


07 abril 2012

Con esas personas a las que algunos llaman “yonkis”…

En el Día Mundial de la Salud, os presento este post elaborado por una educadora en búsqueda activa de empleo y que su sueño es ser educadora en un centro penitenciario. En twitter es: @Es_Ely.

Cuando Montse me dijo que escribiera un post en este blog, me quedé: ¿¿yo?? ¡¡Si a su lado soy menos que un aprendiz de la profesión!! Así que estuve pensado sobre qué escribir y finalmente me decidí. Escogí hablar sobre mi experiencia como voluntaria con heroinómanos…

En el primer curso de la carrera tuve que hacer una “mini investigación” sobre personas que se encontraran en marginación… sí, sí, la asignatura se llamaba “Geografía de la Marginación”, así que como el tema de las drogodependencias me interesaba, es con lo que me quedé.

Encontré de casualidad un centro que tratara el tema, llamé, me presenté y la primera impresión que me vino fue: ¿Estas personas se están desintoxicando? Porqué tienen pinta de estar “chungas”… No dije nada, pero al hablar con la psicóloga ¡me dijo que era un centro de reducción de daños! ¡Boquiabierta me quedé! ¡La primera vez en mi vida que lo oía! En conclusión y de manera coloquial, era un centro donde iban a pincharse para que no lo hicieran en la calle y para prevenir infecciones intravenosas. ¡Uaau! Asombrada me quedé; enseguida me pasaron 1000 preguntas por la cabeza, lo que llevó a la psicóloga a que me ofreciera estar un tiempo de voluntaria, me apasionó tanto la idea que ¡enseguida le dije que sí! ¡Menuda experiencia más interesante me pareció!

¿Qué hace un/a educador/a en un centro así? Repartir las jeringuillas y el material estéril, servir el desayuno, repartir los tickets para que puedan hacer una comida al día en el albergue municipal, asesoramiento individual, terapias grupales relacionadas con la reducción de daños (talleres de venopunción, sobredosis, información para hábitos de consumo más saludables, seguimiento del programa de prevención de enfermedades infecciosas de transmisión sanguínea, etc.). Básicamente se utiliza una metodología para prevenir y reducir los daños del consumo de droga por vía intravenosa para mejorar la calidad de vida de los toxicómanos a corto y a largo plazo. ¡Ya veis que tiene unas funciones un poco peculiares!. 

¿Cómo es el día a día de los usuarios?
Siendo sincera, realista y sin querer parecer fría, lo poco que hacían era buscarse la vida para sobrevivir y para consumir, buscar dinero para obtener la droga. Normalmente lo que hacían era: a la mañana ir a buscar la metadona, después ir al centro a pasar el día, ir a comer al albergue y por la tarde o ir a otros recursos o a drogarse… Repito, no quiero ser fría, pero la vida del toxicómano activo (y más del heroinómano) es una vida muy dura, donde sólo se preocupan de vivir el día a día (sin importarles nada), ya que el día de mañana quizás no existe (en el peor de los casos, claro). Pero esto no siempre es así: esto mejora el día que tienen la gran fuerza de voluntad de dar el gran paso y decidir querer desintoxicarse, un paso que es más que digno de admirar y apoyar.  

A modo de reflexión, conclusión, a modo de que todos nos podamos entender: 
  • El/la educador/a es esa persona que está con ellos mientras tienen el “mono” (síndrome de abstinencia), 
  • El/la educador/a es esa persona que está con ellos mientras están con su peculiar “luna de miel” (la euforia de haber acabado de inyectarse), y  
  • Alguna vez, el/la educador también es esa persona que está con ellos mientras están empezando a sufrir los primeros síntomas de una sobredosis.          
  • Pero también, y muy importante, el/la educador es esa persona que es una de sus mayores fuentes de apoyo y acompañamiento. 


Para acabar, agradecer a Montse la oportunidad de dejarnos ir aportando nuestras experiencias “educatiles” para que los seguidores de este blog puedan conocer como es el trabajo de diferentes ámbitos y de esta manera a que se animen a probar nuevas experiencias. 

Aunque, a día de hoy, el que tenga un trabajo estable mejor que no lo haga, que no sabe como le irá la cosa. Desafortunadamente este centro, por culpa de las famosas “retallades”, ya no existe.  

24 marzo 2012

Y me entrevistaron...

Esta semana, una alumna de Educación Social me pidió que respondiese a una entrevista sobre mi actividad profesional. Cuando recibí las preguntas vi que no sería tan fácil como creía... ¡Y eso me encantó!. Aún le estoy dando vueltas a algunas de mis respuestas. ¡Os dejo aquí lo reflexionado para que opinéis!


1-¿Por qué razón o razones, ha elegido esta profesión?
Elegí esta profesión porque de pequeña viví situaciones personales que requirieron de ayuda externa y profesional. Fue entonces cuando valoré lo que los agentes sociales podían hacer por las personas y decidí estudiar para poder ayudar, yo también, a otros.

2-¿Cuál es su área de trabajo?
Trabajo como Educadora social en un centro penitenciario de hombres. Se incluye dentro del Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya.

3-¿Qué funciones desempeña?
Las funciones que llevo a cabo se dividen en tres áreas:
  • Acción grupal: programas de tratamiento para mejorar las competencias y dotar de herramientas a los internos. Pueden ser programas dirigidos a personas condenadas por delitos sexuales, internos con problemas de drogodependencias… pero también se trabajan contenidos más generales como la educación emocional, las habilidades sociales o la inserción socio - laboral.
  • Acción individual: mediante tutorías periódicas, se establece una relación terapéutica que pretende individualizar el tratamiento creando un espacio de confidencialidad donde el interno pueda exponer aquello que le preocupa y/o quiere expresar.
  • Funciones burocráticas: por un lado, la elaboración de los informes que nos solicite el Juez de Vigilancia Penitenciaria, la Audiencia Nacional, el Síndic de Greuges, equipo directivo...etc.  Por otro, el registro de las acciones que llevamos a cabo con el interno para que exista una continuidad en caso de pasar a otros profesionales o exista un cambio de centro. Además elaboramos aquellos informes donde proponemos salidas al exterior, solicitamos cambios en el régimen de vida… etc.

4-¿En qué consiste para usted la Educación Social? ¿Cuáles son, a su juicio, los rasgos más significativos?
Para mi, la Educación social consiste en crear el espacio, ambiente y situación propicias para que nuestro usuario pueda crecer como persona e incorpore aquellas herramientas necesarias para constituirse como ciudadano de pleno derecho. El profesional de la Educación social deberá adaptarse a su interlocutor, sin juzgar ni prejuzgar, aportando aquello que el otro requiera para su pleno desarrollo. 

Entendemos que el usuario no es un sujeto pasivo sino que debe participar activamente en su proceso. Nosotros podemos acompañar, aconsejar, ofrecer… pero en última instancia es el educando quien decide sobre su presente y su futuro.

5-¿La figura del Educador Social está adquiriendo una gran relevancia en la sociedad actual?
El "Pensador" de Rodin
En los años 90 sí que hubo un auge significativo de las ciencias sociales en general, con la potenciación de estudios universitarios acordes a la demanda. Muchas personas se interesaron por estas disciplinas y los diferentes agentes políticos apostaron por ello. Se entendía que las inversiones en acciones sociales eran garantía de un mejor futuro pero actualmente, fruto de la crisis económica que vivimos, los recortes se han hecho evidentes en el ámbito social. Actualmente se entendiente el tercer sector como una pérdida de tiempo y, sobre todo, de dinero. 

Considero que es en círculos de ámbito estrictamente social donde se valora figuras como el del educador/a social .

6-¿Qué le aporta a su vida personal, su trabajo? 
Me aporta satisfacción, la capacidad de ver la realidad de forma más amplia, menos restrictiva, menos egocéntrica. Me ayuda a incorporar nuevos esquemas mentales, nuevas formas de entender el mundo, diferentes vías de solucionar problemas. La interacción con los demás me ayuda a situarme como profesional y a ser consciente de la importancia de la acción individual en el conjunto de la sociedad.

7-¿Qué limitaciones (si las hay) encuentra en su labor como Educador Social, en su área de trabajo?
Sobre todo a nivel burocrático. En los últimos años ha habido un esfuerzo por esquematizar y ceñir las decisiones de los educadores/as sociales a herramientas informáticas / técnicas que han encorsetado la forma de intervenir en los casos.

Además hay aún la idea preconcebida de algunos directivos a la hora de confundir al educador/a social como agente que lo puede hacer todo y nada en concreto. Existe aún una cierta difuminación de las funciones de los profesionales, entendiendo en ocasiones, que los/as educadores/as sociales debemos simplemente "entretener" a los usuarios.

8-¿Qué modelos de intervención utiliza en su trabajo diario? ¿O en qué modelos se basa para realizarlo?
No es que siga un modelo específico sino que miro de incorporar aquellos elementos que creo que pueden ir mejor de cada metodología. Por ejemplo, del conductismo incorporo la idea del refuerzo positivo, la importancia no tanto de castigar los errores como de potenciar aquellos que son positivos para el individuo.

Un elemento que incorporo de la pedagogía libertaria es la importancia no sólo de cuidar el vínculo entre profesional e interno sino también aquellos agentes que interfieren en él como los funcionarios de vigilancia, resto de profesionales, familiares, otros internos… etc.

Del gran Paulo Freire incorporo la mayoría de sus premisas entre las que destaco:

  • "Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta". Muchas veces damos respuesta a necesidades y problemas que el interno no nos ha pedido. Pensamos que sabemos lo que él necesita sin ni siquiera preguntarle.
  • "Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos". Los usuarios no son “tablas rasas” donde podemos escribir aquello que queramos sino que vienen con una historia, unos valores, unos aprendizajes que no podemos obviar ni negar. Debemos partir de ellos.
  • "Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando". No siempre conseguimos aquello que pensamos que es lo mejor para el otro. En demasiadas ocasiones perdemos de vista los intereses del interno pensando que sabemos exactamente aquello que necesita. El interno es un sujeto activo de su propia existencia y debe tomar él mismo las decisiones que van a regir su vida.
  • "Enseñar exige saber escuchar". Sin prejuicios, sin estereotipos, sin estar pensando en lo que diré a continuación. Escuchar de forma activa, no sólo "oír" lo que el otro dice.
  • "Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre". No sólo nuestro educando aprende. Los agentes sociales, con su práctica diaria, deben incorporar nuevos conocimientos, nuevos modelos que nos enseñan los otros mediante la interrelación. Sus conocimientos son tan importantes como los nuestros y tan válidos como los de cualquiera.

De las habilidades personales y sociales básicas incluidas en una buena inteligencia emocional destaco la empatía y la asertividad como forma de acercamiento al educando, creando puentes de intercambio. Esto no siempre es fácil ya que estamos ante universos mentales distintos y esquemas de comportamiento en ocasiones diametralmente opuestos. Aun así entiendo que romper estereotipos y prejuicios es básico para lograr un acercamiento que posibilite nuestra labor como agentes sociales del cambio.

9-¿Mantiene contacto con otros profesionales y trabajan de forma colaborativa? ¿Quiénes son esos otros profesionales?
En el ámbito penitenciario catalán hemos creado una plataforma virtual (que ya ha cumplido 4 años) para potenciar el trabajo colaborativo. De esta manera se han elaborado materiales educativos prácticos y actuales para los educadores sociales y se han publicado en la web oficial del Departament de Justícia

Esta plataforma, l’e-catalunya, permite que profesionales de todos los centros penitenciarios de Catalunya estén en contacto, superando las barreras de tiempo y espacio.

10-¿Utiliza o ha utilizado alguna vez el modelo de consulta, para asesorarse o asesorar a su “cliente”? ¿A qué profesional ha acudido?
En efecto, en ocasiones uno no ve cómo trabajar con un interno o cree que todas las opciones se han agotado. Es entonces cuando se hace necesario el consejo de otro profesional. 

Durante un par de años, aquellos profesionales que trabajábamos con internos condenados por delitos sexuales, violentos o de violencia de género, contábamos con un supervisor externo que nos asesoraba sobre aquellos casos que le presentábamos.

Actualmente, y como consecuencia directa de los recortes presupuestarios, ya no contamos con esta herramienta, siendo necesario contar con el apoyo y asesoramiento de otros compañeros que, de una manera más informal, te orientan sobre posibles opciones.

11-¿Qué tipo de agentes de intervención socioeducativa, ya sean de carácter institucional o personal, tienen más importancia o influyen más en los programas, proyectos o intervenciones que usted esté llevando a cabo?
Los divido en dos bloques:
  • El institucional: nuestra acción educativa se encuentra incluida en un marco legal muy determinado y con unas normas de funcionamiento que determinan la ejecución de los diferentes programas. Además existen otras limitaciones como por ejemplo, la clasificación interior; en el centro penitenciario donde yo trabajo, en cada módulo de residencia se llevan a cabo unos programas específicos y concretos según tipología de internos. Los/as educadores/as sociales que trabajan en ese módulo deben aplicar esos programas, dejando poco espacio a la propia iniciativa.
  • El personal: un centro penitenciario, como diría uno de mis internos recientemente, es como un Gran Hermano. Allí las relaciones interpersonales son fundamentales y entran en juego médicos, enfermeros/as, maestros/as, funcionarios/as de vigilancia, psicólogos/as, trabajadores sociales, voluntarios/as, juristas, monitores artísticos, consejeros espirituales (iman, sacerdote…), equipo directivo, entidades externas que realizan actividades en el centro… De todos modos, los que más influyen en mis intervenciones son: psicólogo/a, jurista, trabajador/a social, funcionario/a de vigilancia y resto de educadores/as del módulo.

17 febrero 2012

La educación social y el control institucional


Post elaborado por Kaotot Blackriver (nick), educador social de 29 años, postgrado en comunicación - expresión, estudiante de arteterapia. Adora la creatividad y la danza libre. Cree en el potencial humano y lo demuestra trabajando como dinamizador de un casal de gente mayor y como agente de salud en www.stopsida.org 
Es @kaotot en Twitter
Su blog: http://kaotot.blogspot.com


Me escribe @Seraxx en tal día como 01-02-2012 para ver si quiero hacer un artículo para su blog. Y me emociono... ¿Una educadora de los pies a la cabeza con amplia experiencia me pide a mí -que terminé la diplomatura en 2007- un artículo sobre educación social? Y más en este momento híbrido en que me queda un año para terminar arteterapia. En que no sé si "soy" jilguero, canario, geranio o palillo.

Manos a la obra. ¿Que puedo decir sobre la educación social sin repetirme? Acompañar, facilitar los recursos culturales existentes, la creación de un vínculo, la buena distancia, los límites, crear el marco. Escuchar. Habilidades sociales (todavía no sé qué son), trabajo en equipo (quién diga que es fácil miente), formación permanente...Estos y muchos más ingredientes aparecen en el día a día del/a educador/a social. Hay algo que aparece en el blog Educació social des dels inicis en boca de Violeta Núñez y que (me) resulta difícil de gestionar: la institución pide control, registros, objetivos claros y resultados inmediatos invocando a la eficiencia. El/la educador/a trabaja para la institución y con la persona. Detecta las posibilidades en el terreno de lo formal y lo informal, manteniéndose presente. Yo diría que convocando un deseo de la persona y grupo (de personas) que acompaña. Todo esto sin recetas. 

¿Es posible explicar a la institución que algunos de sus mecanismos generan lo contrario que el proyecto institucional se ha planteado? ¿Puede el/la educadorx transgredir "la norma"? Mi tentación con respecto a la segunda pregunta sería si. Pero reflexionando diría algo que no sé si me hace ser realista o conformista: la institución tiene mecanismos reguladores que impiden que uno de sus "habitantes" puedan "transgredir". Entonces pasamos al segundo término importante: el tiempo (los tiempos). Iniciar cambios en la institución para mejorar el acompañamiento y empoderar a las personas requiere de tiempo, paciencia y tolerancia a la frustración. El que quiera metas claras, objetivos definidos y estancos, cuestionarios cuantitativos y seguridad puede ubicarse en otra formación. 

En educación social, sin ser terreno de ambigüedad, se construye cada vez algo nuevo, con cada persona y profesional. Esa es quizá la magia que hace que no podamos responder pasivos con el "todo vale" si no con un saber que requiere de actualización constante y mucha mucha presencia y capacidad de gestión emocional.

08 febrero 2012

Tomando un café con una educadora X

Post elaborado por Educadora X 
Trabaja en un Centro de Reeducación de Menores 
Estudia el Grado de Psicología 
En twitter es @AfricaAbril
Su blog http://educacionsocialamg.blogspot.com 


El Blog de Montserrat ha llamado a mi puerta y yo le invito a pasar. Me imagino a Montserrat sentada en el salón de mi casa tomándonos un café con leche y conversando sobre nuestra profesión. Ha venido a escucharme y yo le cuento:

“Así que quieres que te cuente mi experiencia como educadora social… Para empezar te diré que no es fácil describir una experiencia socioeducativa donde me quedan todavía muchas cosas por descubrir. No me considero una gran profesional, sino más bien una aprendiza. Me he dedicado a muchas cosas en mi vida y este trabajo lo vengo desarrollando desde hace tan sólo tres años. El trabajo que hemos de desarrollar los educadores y educadoras que trabajamos con menores que han de cumplir medidas judiciales es muy complicado. Se mezclan muchas emociones y también dudas. También mucha ilusión y buenos deseos. Emociones que se van despertando al conocer la educación que han recibido estos niños y niñas, junto con las experiencias que les ha tocado vivir, y que realmente no merecen, pero que ocurre por todas las injusticias que tienen lugar en la sociedad. Y todas estas experiencias que ellos viven verdaderamente les marcan, casi siempre, para toda la vida y que hasta que no conocen otras experiencias, no empiezan a despertar, para así poder proyectar una vida mejor, más digna y sin etiquetas estigmatizadoras.

Mi vida laboral comienza a los 15 años. Me dejé los estudios como aquella adolescente, que sin libros en su casa (a mi madre le enseñé yo a leer y escribir) y con la imposibilidad de comprarme unos vaqueros Levi,s Etiqueta Roja, me vi motivada a trabajar. A los 18 años me di cuenta que me estaban explotando. No quería seguir toda mi vida detrás de ese mostrador que vendía un producto que detestaba: el oro. Me volví a matricular para terminar el BUP, lo que ahora es la ESO, y estaba movida a estudiar Enfermería. Cambié de trabajo y también estudiaba. También disfrutaba mucho con mis amigos y amigas de aquella época, algunos todavía los conservo. Antes de terminar el BUP también estudié FP Rama Sanitaria, y pronto pude trabajar como Auxiliar de Enfermería, dentro de un contexto de planificación familiar, en una clínica donde se practican interrupciones voluntarias de embarazo, y más tarde en un área de Maternidad, atendiendo partos. En esa época llegó el amor y gracias a él cambié de nuevo de trabajo, un trabajo que me ha posibilitado conocer mundo: América Latina y el Norte de África. Trabajé en una ONG durante cinco años, una gran experiencia de la que he aprendido muchas cosas de las que ahora soy, y que ha podido alimentar parte de mi vocación. Más tarde el amor se rompió y volví a cambiar de trabajo. Tenía un hijo de 3 años, un trabajo fijo, pero que no tenía que ver conmigo, salvo en pequeñas cosas que yo me iba construyendo. Entonces volví a retomar mis estudios para llenar mi vocación, y con la edad de 36 años me matriculé en la universidad para estudiar Educación Social. Entonces me despidieron de aquel trabajo (donde pude conocer  a algunos políticos valencianos y pequeños hilos de la corrupción que hoy sale a la luz) y estuve dos años parada, pero sin parar de trabajar y estudiar por mí cuenta. 

Me preparé un proyecto educativo para trabajar en las escuelas públicas, llamado “Un Joc per a Cada Día” dentro de un programa de actividades extraescolares, coordinando todo el programa durante dos años. Pero la prestación por desempleo se acaba y este proyecto no me proporciona el sustento necesario, así que me vuelvo abrir al mercado laboral. Pronto doy con una educadora que trabaja en un centro de reeducación de menores, que al contarle mi situación, me pide mi currículum. Al día siguiente me veo trabajando en el centro donde todavía hoy continúo. 

¿Y qué decir de mi trabajo con los menores en este centro? Pues que son ellos los que me enseñan. Muchos de ellos de América Latina y el Norte de África, ese mundo que yo conocí en mi trabajo de cooperación internacional. Pero también me enseñan mis compañeros y compañeras, tanto los grandes profesionales, como los que no lo son tanto.

Más de cuarenta educadores con diferentes titulaciones, pero realizando las mismas funciones por el momento, trabajamos en este centro. Un centro joven que lleva menos de cuatro años en activo, y un centro que apuesta por la innovación. Por el momento estamos trabajando para eliminar acciones como sanciones o correcciones educativas, y transformar la acción sancionadora por tareas educativas, según las necesidades específicas de cada menor. Por lo tanto, cambios continuos, mucho trabajo, mucha responsabilidad. Las herramientas que más me ayudan son el sentido del humor, el juego, las ganas de aprender de mis compañeros, y la confianza y afecto hacia los menores. Son ellos los que te buscan, son ellos los que tienen la llave de su vida. Nosotros sólo somos un punto en el que se pueden apoyar, y nosotros hemos de aprender con cada uno de ellos a guiarles en la dirección correcta, con las motivaciones y estímulos oportunos. Y Montserrat, te podría contar muchas aventuras, pero eso lo dejamos para otro café con leche o un gin tonic, algún día de estos.

Invito desde aquí a que todos y todas tengamos presentes el código deontológico del educador social. Imprescindible. 

04 febrero 2012

Trabajo en un CRAE


Post elaborado por David Jané Bonastre, educador social en el CRAE En Polzet. 
@davidjane1976 en Twitter

Cuando Montserrat me preguntó vía Twitter si me gustaría hacer una entrada en su blog hablando del Educador Social en los CRAEs basada en mi experiencia, mi primera reacción fue "vaya, estaría bien poder decir algo". Estaba en medio de una reunión en el centro y como me encontraba en harina, me pareció una idea genial. Al rato, y después de echar una ojeada a su blog (una vez más), pensé: "jod... y que puedo ofrecer yo aquí?", dado el gran nivel de las entradas realizadas y los comentarios de la gente que lo lee. Después de darle un par de vueltas más, se me agolparon las historias vividas y las cosas de las que podría hablar y llegué al punto de que a lo mejor debería escribir no una entrada en su blog, sino un libro, o una sitcom al más puro estilo americano. 

La vida en un CRAE, aunque supongo que muchos la conoceréis, es muy parecida a una mezcla de cosas (volviendo al formato televisivo): tiene momentos de comedia de situación, de drama, de historias de terror y hasta de momentos del más puro estilo CSI. Es un lugar donde nunca dejas de aprender, de enseñar, de reírte, de (metafóricamente y a veces hasta literalmente) llorar, enfadarte, hacer enfadar, pasar momentos de tensión, de emoción, de dolor, de pérdida... Cada día que pasa te da la sensación de que a lo mejor has dado un paso hacia delante con un chic@ o niñ@, pero dos (hasta tres) hacia atrás con otr@. Trabajas siempre sabiendo que ellos y ellas te conceden, cuando lo desean, el permiso para que les "eduques". Los vínculos, aunque creas que los generas tú, son ellos que te ceden ese "derecho". Nunca hay que olvidar que un niñ@ de CRAE viene porque lo tutelan a la fuerza (de hecho, en estos 12 años, sólo recuerdo 2 casos de chavales que llegaron al centro dando las gracias por haberles sacado del entorno donde estaban metidos), por lo que nunca hay que olvidar que podrás ayudarles si ell@s quieren. 

Ese es el momento mágico: cuando ves que ese muro de resistencia ante ti, el extraño ser que está en esa extraña casa donde hay 19 niñ@s más, cada cual más asilvestrado/a, se cae. Y por qué se cae ese muro? Y cuando lo hace? Esas son las grandes preguntas. No hay fecha límite. Primero quieren ver hasta dónde vas a llegar tú, te ponen a prueba para ver si esa supuesta autoridad (moral, emocional, de liderazgo, de apoyo, de enseñanza) que los demás habitantes de la casa te han concedido, también merece ser entregada por parte del "nuevo". Este "nuevo" intentará llegar hasta el límite (en ocasiones institucional) para ver cómo respondes tú (y tus compañer@s) y para ver cómo responden los demás niños y niñas. Si en ese "test de pruebas" detectan que, por mucho que lo intenten, tú no caes ni (lo más importante) le dejas caer a él, y que los demás siguen manteniendo esa confianza en ti, será cuando el muro que parecía de granito, se empezará a deshacer cual trozo de papel mojado.

Ahí está (si me permitís la cursilería) la belleza de este trabajo. Este juego de cesiones por parte de ambas partes, esa cuerda que, aparentemente tiramos de los dos lados por igual pero que, en el fondo, el educador (con los años y la experiencia) va soltando o corrigiendo para llegar al objetivo final: que el otro se deje ayudar.

Siempre me he hecho la imagen de un niño cuando llega al centro basado en los colores. Me explico: cuando un niño llega a una institución, es de color gris: triste, malhumorado, rabioso (ante ti porque eres la figura del "malo" que le ha sacado de su familia, pero en el fondo contra su familia y la imposibilidad de esta de cuidarle), transgresor... El día que se van (en un gran número de casos), ese gris ha mutado hacia un color. El color en concreto es el de menos. Ya no es gris, que es lo importante.

10 enero 2012

Educadores sociales y... ¿políticos?

Me gustaría abrir un espacio de reflexión entorno a una noticia que leí recientemente en la red social Twitter. Unos educadores sociales se disponían a visitar las zonas más rurales de Galicia bajo el lema: "Votar al PP no es obligatorio". Por lo que entendí, el objetivo era hacer llegar el mensaje que otras opciones políticas son posibles y pueden contribuir al bienestar social. 

En un primer momento sonreí ante la propuesta pero después me paré a pensar entre la vinculación entre política y educación social surgiendo algunas dudas: ¿Qué papel jugamos los educadores sociales en el plano político? ¿"Debemos" ser de una tendencia concreta para que nuestra labor sea coherente? ¿Es lícito y/o ético que los agentes sociales hagamos apología de un determinado partido político? ¿Entra dentro de nuestras funciones potenciar a una o otra vertiente? ¿Cómo se podría congeniar los dos aspectos? ¿Son complementarios, opuestos, afines?

Siempre he creído que los profesionales del ámbito social debemos potenciar la capacidad crítica de nuestros educandos, generar procesos de crítica y autocrítica ante la realidad que les rodea, luchar por conseguir ciudadanos con capacidad de decisión. Eso implica imparcialidad, respeto por todas las opiniones, tolerancia hacia formas de pensar distintas a las nuestras... Entonces, ¿el mundo de la política nos es totalmente ajeno? ¿Nos tenemos que mantener al margen de las políticas que nos afectan directamente? ¿Qué papel jugamos en el entramado? ¿Qué margen de subjetividad nos está permitido? ¿Qué nivel de implicación política sería el adecuado para no inteferir en nuestras funciones como agentes sociales?

Un artículo de Ramón López Martín, de la Universidad de Valencia, nos aporta más datos:  Cultura  Política  y  Educación  Social.  Dos  realidades condenadas  a  entenderse

Como véis, es un tema que entremezcla ética, política, profesión, subjetividad, imparcialidad... ¡Espero vuestras aportaciones!