02 octubre 2014

¿El educador/a social nace o se hace?

Esta cuestión aparece casi invariablemente a lo largo de la formación y experiencia de un profesional ligado a la Educación Social pero yo me pregunto... ¿Sucede lo mismo en disciplinas como la Arquitectura, la Escultura, la Peluquería, la Mecánica o el Fútbol? Lo digo porque tengo la sensación de tener que justificar con demasiada frecuencia quién "puede" o no "puede" ser educador/a social.

Dicho de otra manera... si entendemos que el profesional nace, afirmamos con rotundidad que en tu cadena de ADN debe aparecer una serie de rasgos mínimos para poder ejercer. Si no aparecen en tus cromosomas, "lo siento pero dedícate a otra cosa". Si nos convencemos que el/la educador/a social se hace implica que cualquier persona, en cualquier circunstancia, puede llegar a ejercer de forma profesional. ¿Alguna de las dos respuestas es la válida o cabría introducir una "tercera vía" (parafraseando la posición de ciertos partidos políticos respecto a la independencia de Cataluña)?

Como me gusta llevar la contraria y crear un poco de controversia,
optaré por esta última opción. En mi humilde opinión, para ejercer de forma profesional cualquier disciplina, se necesita de alguna cualidad o facilidad para desarrollar los contenidos y las destrezas necesarias pero también se requiere de formación y esfuerzo para llegar a trabajar con eficiencia.

Pongamos el ejemplo de la Escultura. ¿Todo el mundo puede estudiar Bellas Artes? Creo que sí. ¿Todo el mundo puede ser un buen escultor? Creo que no. Las técnicas pictóricas pueden ser aprendidas de memoria pero tener una determinada sensibilidad, paciencia, sentido de la belleza y de la expresividad plástica es importante. ¡Yo no me veo haciendo una escultura por muchos cursos que hiciese!

También es cierto que ciertas habilidades y estrategias se aprenden y se desarrollan con la formación y la experiencia. No existe un manual "del buen educador/a social" pero sí unos mínimos a tener en cuenta; algunos de ellos aparecen de forma explícita en el Código Deontológico de la profesión y deberían revisarse de vez en cuando para no caer en actitudes demasiado paternalistas ni conformarnos con lo que ya sabemos y conocemos.

Creo que como en nuestro campo de trabajo la reflexión es necesaria, les damos demasiadas vueltas a temas que deberían no inquietarnos tanto. ¡Cómo nos gusta pensar y repensar conceptos, ideas, contenidos y estrategias a los/as educadores/as sociales!

¡FELIZ DÍA DE LA EDUCACIÓN SOCIAL A TOD@S!

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